Maquinas de penetracion bestiales
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Eso de pegarle un lefazo en la cara a tu secretaria en su primer día de trabajo es un placer que muy pocos se pueden permitir. Ya desde que entró a trabajar, se le veía que tenía muchas aspiraciones y que estaba dispuesta a escalar posiciones de la manera que hiciera falta, así que como no contratarla. Esta es de las mujeres que le tienes que decir que no quieres mas sexo y aun así quiere continuar.