Últimamente se está poniendo de moda a raíz de algunas películas, ciertas prácticas sexuales un tanto distinto a lo usual y conocido por la gente. Hasta ahora existían las típicas fantasías sexuales como por ejemplo el vestirse con uniformes picantes o incorporar algún juguetito tipo consolador o bolas chinas al morbo en pareja. Pero una vez practicadas y repetidas en muchas ocasiones, parece que hay parejas que cada vez van necesitando emociones mas fuertes para ser sorprendidas en algo diferente y nuevo que jamás habías hecho, llegando a aumentar el nivel de una forma muy excitante. Un buen ejemplo de esto que os digo es el sado o el bondage, donde quedas expuesto o expuesta totalmente a la voluntad de tu pareja de una forma sumisa y con cierto nerviosismo de pretender averiguar lo que se le ha ocurrido a tu chico o chica esta vez para que le acabes suplicando que te la folles sin ningún tipo de miramiento y de la forma mas sucia y guarra que se pueda uno imaginar. Imaginaros estar acostumbrados a las relaciones románticas siempre en la cama y en las mismas posturas y de repente pasar al extremo contrario de la forma mas radical. Atar de pies y manos de manera que queda ella o él inmovilizado y hacerle todo lo que se te pase por la cabeza para que ella se caliente al máximo, retrasando el orgasmo lo máximo posible hasta que suplique la penetración de una forma nerviosa y desesperada. Está claro que al principio hay que pactar un poco los términos y saber cuales son los límites que hay de antemano, no como en este vídeo de ficción donde la brutalidad es tan excitante como exagerada, pactada por actores profesionales del porno, pero que pueden aportar alguna que otra idea para practicar en vuestra intimidad con vuestras parejas.