La verdad es que me hace bastante gracia que tengamos que ser siempre nosotros los que acarreemos con la fama de ser unos pervertidos porque nos gusta observar a las chicas desnudas a través de un agujero en los vestuarios o porque se nos vaya la vista en la playa a las chicas que están haciendo toples con las tetas al aire, porque la pura verdad es que ellas hacen las mismas cosas, solo que de una forma un tanto disimulada para que no se entere nadie de que tienen las mismas necesidades sexuales que nosotros en realidad. Fijaros en esta mujer, que en cuanto se ha dado cuenta de que su inquilino se está duchando, aprovecha el momento para meterse en su habitación y esconderse tras las puertas de un armario ropero con la intención de que cuando el chico salga de la ducha para cambiarse de ropa, verle completamente desnudo. Pero lejos de conformarse con verle desnudo, comienza a tocarse el coño y frotarse los labios vaginales dentro del armario, masturbándose como una guarrilla en celo mientras le mira la polla al chico. Pero tranquilos, que la cosa no va a quedar ahí, porque encima sale del armario y acaba follándoselo.