Sometida a la crueldad de otra mujer
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Pues parece ser que hay gente que le encanta las sensaciones fuertes en esto del sexo. El sado, ser atadas y azotadas con una fusta mientras le meten la polla por todos los agujeros y eso. Hasta aquí todo normal entre comillas. Sin embargo y para dar una última vuelta de rosca, hacerlo en público ya debe ser la ostia.