La verdad es que cuando nosotros tenemos ganas de follar, que es prácticamente a todas horas y a ellas no les apetece, nos quedamos con las ganas o nos conformamos con una paja a escondidas en el cuarto de baño para que ella no se entere de que necesitamos un desahogo urgente. Pero cuando es al revés, es decir que son ellas las que se encuentran calientes y tienen ganas de follar, nosotros aceptamos siempre encantados y nerviosos por llevar tanto tiempo esperándolo. ¿Os habéis dado cuenta?. Bueno, supongo que no se puede generalizar y que habrán casos y casos, pero por lo general, suele ser así. Pues a lo que vamos, nosotros cuando tenemos ganas, nos abalanzamos sobre ellas a lo bestia y punto, y cuando son ellas las que quieren hacerlo con nosotros, lo preparan todo previamente; su mejor lencería, su ropa mas sexy, el ambiente adecuado, las miraditas socarronas, los besitos poco a poco y la verdad es que si hubiera que elegir entre su forma de hacer las cosas y las nuestras, ellas saben mucho mejor como hacerlo todo para que le orgasmo acabe finalizando con fuegos artificiales en plan película. La verdad es que deberíamos ser menos impulsivos y dejarnos follar como ellas quieren.